Las estaciones de servicio también tienen su sistema de “precios cuidados”

La trascendencia que tomó por estos días el tema de los aumentos de precios especialmente en artículos de primera necesidad de la canasta alimenticia, mereció el lanzamiento por parte del Gobierno, del programa “Precios Cuidados”,  un análisis de las cadenas de valor con el objetivo de asegurar condiciones de competitividad en la economía y que cada consumidor ejerza su derecho de elegir informado.

El relevamiento hace foco en la actividad de los supermercados, no obstante según trascendidos, otros rubros tan álgidos como el de los combustibles también podrían ser merecedores de un sistema público de observación.

Actualmente el sector informa sus movimientos mensualmente a la Secretaría de Energía a través de un soporte tecnológico que examina el comportamiento de cada estación de servicio respecto a los valores de las naftas y el gasoil. La obligación está reglamentada por una resolución, otorgándole el carácter de ineludible bajo pena de no ser abastecidos.

Los datos están al alcance de todos con sólo ingresar a la web de la dependencia oficial. Se encuentran en permanente actualización y consolidación para informar al público en general. Allí además de consultar los precios por cada boca de expendio, se pueden constatar rápidamente los mínimos y máximos por provincia, localidad y producto.

Las pizarras también son fiscalizadas in situ por inspectores que cada vez con más frecuencia se apersonan en los negocios cumpliendo las atribuciones conferidas por el Programa Nacional de Control de Calidad de Combustibles, en el que los funcionarios además de exigir documentación, tomar muestras de productos y certificar inventarios, relevan los precios de venta al público.

La revisión no se centra solamente en los importes, también se observa si están expuestos y como y si el cartel se corresponde con el surtidor y con la factura/ ticket. El recorrido de rutina es cada 365 días, no obstante los estacioneros advierten que en el último tiempo y coincidente con la disparada de los precios, las visitas se hicieron más frecuentes.